Blue moon

Por fin descansada, dejando la vorágine muy de lado y respetando las señales que me marca el cuerpo.

Con muchas cosas que me ponen pensativa, con una especie de melancolía… melancolía de esa sana.

Hoy desperté a las 3:30 de la tarde, con un muy buen sueño en mi cabeza y con la voz totalmente tomada ¡horror no podía parlotear!

Con los recuerdos de un Mert no lejano de mi mente pero si de una forma física. Cierro los ojos y trato de imaginármelo en Estambul, a muchos Km. de un país que él tanto ama. Trato de verlo en su mundo, en ese mundo que esta lejos de mi mundo y pienso que una vez su mundo fue el mismo que el mío.

Y pienso que realmente lo extraño mucho, mucho más de lo que me permitía pensar que lo extraño.

Mientras se va haciendo la cena, decido encerrarme en mi habitación, poner música y leer viejas cartas ¡recuerdos de ciertas épocas del 2006/07! Changos! Como van cambiando las cosas, que distinta que estoy… dos años bien vividos, una maravilla de aprendizajes, absolutamente todo guardado en una caja con aspecto croto.

Un café caliente me espera junto a “El amor en tiempos de cólera” en la mesita de luz. El primer sorbo logra amenguar un poco del frío que se me metió en los huesos hace ya un mes. El libro me hace viajar en sus páginas y mi cerebro se mezcla entre los relatos del libro, mis propios pensamientos y el olor a café.

De pronto caigo en la cuenta que ya no leo, que el café comienza a enfriarse y que lo único que hago es mirar hacia a fuera como la lluvia fría moja el pasto. Miro el libro y me pregunto ¿Qué era lo que estaba leyendo? Y me doy una palmadita en la frente en forma de crítica por divagar tanto… dejo el café a un lado y vuelvo a la lectura.

Hoy siento que mi karma definitivamente es la distancia, pero esto será parte de otro capitulo.